No seremos nosotros quién demos la paliza con eso de que hay que cuidar mucho la alimentación y practicar mucho deporte, pero convendréis que no está de más cuidarse un poco. Y no queremos ser ejemplo de nada, aunque todo aquel que nos conozca, sabe que el equipo de Sushiteka está plagado de grandes deportistas, de personas que vivimos por y para cultivar nuestro cuerpo y cuidarlo en demasía. Bueno, casi todos. Alguno. Vale, podríamos hacer algo más. Eso sí, durante el confinamiento, fuimos uno más de los que cambiaron sus hábitos. Hablo en nombre del equipo, pero yo fui uno de los que se puso en forma, porque soy de los que la cojo llorona con una tontería y voy hasta el final. Además, los que nos introdujimos en el deporte por el confinamiento, enseguida fuimos a muerte con ello. Tuve ese momento de pensar “oye, si vamos a estar encerrados ¿Por qué no me compro material para hacer deporte en casa?” Que hasta estaba orgulloso de mi porque había tenido una gran idea que seguro que no se le había ocurrido a nadie. Lo que sucedió a continuación les sorprenderá.

Estaban agotadas hasta las cintas del pelo aquellas de los 80 que eran a juego con las muñequeras. Nada. Bueno sí había alguna cosa, que lo pedías y te ponía “Le llegará en septiembre”. Yo pedí una bici estática en marzo y me llegó hace tres semanas, que me llamó el muchacho para preguntarme dónde me la dejaba y le digo “Pues tráemela al bar, que es donde estoy ahora siempre”. Como no había material tuve que tirar de inventiva, tengo un máster en garrafas. Las de 8 litros de Font vella están bien, pero las de 5 de Bezoya tienen el agarre más ancho. Claro, yo me di cuenta de una cosa, que llevo 20 años apuntado al gimnasio y nunca he hecho nada, pero con las garrafas, cubos y un palo de escoba me estaba yendo bien. Tanto que abrieron los gimnasios y volví, pero me han echado de tres gimnasios ya, porque me pongo a entrenar en el cuarto de limpieza. También se puso de moda lo de los tutoriales y directos de entrenadores personales. Eso no funciona. Primero porque si algo teníamos durante el encierro era tiempo y esa gente iba loquísima, exaltados a muerte. “¡Venga va sube el pie, ahora la mano, venga tres, dos uno cambiooo!” Tranquila muchacha. “Y ahora unos burpees”. Que no se si sabéis que es eso, es el invento del demonio. Un ejercicio de dar un saltito tirarte al suelo, flexión y luego a repetir. Que lo ves hacer a otro y piensas “te hago trescientos de esos”. No he pasado de seis seguidos en la vida. Al tercer burpee miraba para los lados a buscar la cámara oculta. Así que, tutoriales en directo tampoco…

Ahora ya queda lejos el confinamiento, pero hubo un “impás” entre el encierro puro y duro y que abriera todo. De repente se podía salir a correr ¿Qué sucedió? Pues que gente que nunca había salido de repente los veías con tal de salir de casa, lo hacían. Y se enfadaron los runners habituales. “Tú te crees, la gente que nunca ha corrido ahora corre”. En plan intrusismo laboral. Que yo entiendo que un fisioterapeuta se enfade porque un masajista le quite trabajo, o a un psicólogo se le entrometa laboralmente alguien con un cursillo de coach, pero correr es mover primero un pie y luego otro, runners, que no hay que hacer un máster. Que, hasta yo, que no soy un erudito en nada, ya sabía correr antes del confinamiento. Y lo mejor, que, tras unos días, empezaron a abrir los bares y los mismos runners se vuelven a quejar “Jolín, ahora que han abierto los bares no hay nadie corriendo ¿Te puedes creer?” Entonces ¿Qué? ¿Quieres que haya gente o no quieres? Pero bueno, lo dicho, un poquito de deporte y un poquito de comida saludable. Y si encima está rica, pues mejor. Ya sabes, nosotros nos encargamos. De la comida rica decimos, del deporte te encargas tú. Programa ya tu pedido en www.sushiteka.es